RETOMANDO LA PREPARACION... (24)

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lunes, 22 de junio de 2009

(C.N.S.U.) - Luz de Emergencia.

Una de las razones por las que he estado apartado del Blog durante estos últimos meses ha sido una reforma parcial de mi domicilio (un piso).

Esta reforma fue fruto de una de esas concesiones que a veces hay que hacer dentro del matrimonio (si “cariño”, yo también cedo, a veces...) y su función era principalmente estética.
A grandes rasgos, y obviando los cambios puramente estéticos (pintura, muebles, cortinas, etc.) la obra ha consistido en:

* Poner tarima sintética en toda la casa (mejor aislamiento, especialmente de cara al frío).
* Cambiar un viejo ventanal por otro más amplio y moderno de PVC, con ventanas oscilobatientes, doble acristalamiento y mosquiteras (mejor aislamiento tanto en invierno como en verano, posibilidad de refrescar la casa sin utilizar el aire acondicionado y sin que los mosquitos te coman, además de un mejor aprovechamiento de la luz solar).
* Instalar algunos radiadores eléctricos de última generación (tipo “calor azul”) que proporcionan mayor confort con menor consumo eléctrico. (Véase que las tres reformas descritas; tarima, ventanal y radiadores, están relacionadas entre si).

Por último, pero no por ello menos importante, aprovechando la visita de los electricistas y el buen humor de mi santa esposa, conseguí instalar (por fin) una luz de emergencia.

Se trata de una de esas luces que normalmente están apagadas y en carga, pero que cuando se produce un fallo eléctrico se encienden automáticamente y tienen una autonomía aproximada de una hora.

En el caso de mi vivienda, el lugar para colocarla estaba muy claro; encima del cuadro eléctrico principal, de manera que ante la típica avería (salto de diferencial, magnetotérmico, etc.) es muy fácil llegar al cuadro y hacer las manipulaciones necesarias (se acabó el buscar la linterna o una vela para hacer esto) y junto a la puerta, de modo que en caso de emergencia “seria” (por ejemplo un incendio) la salida queda claramente iluminada y es muy fácil llegar a ella (buscar las llaves, encontrar la cerradura, etc.). Además, en mi caso particular, la luz proyectada por este elemento ilumina también la cocina de manera que si el problema es un corte eléctrico temporal y nos pilla cenando podríamos continuar sin demasiadas dificultades.

Este tipo de luces no necesita apenas mantenimiento y sólo hay que comprobar de vez en cuando que los testigos de carga (en mi caso dos pequeños leds de color naranja) están encendidos, lo que indica que la batería está recibiendo una pequeña corriente eléctrica que la mantiene en carga. Esta comprobación no es nada “formal”, cada noche, cuando cruzo el pasillo se ve perfectamente si los leds están encendidos o no.

Como cualquier elemento que funciona mediante una batería, periódicamente es conveniente comprobarla y dejar que la batería se descargue al menos parcialmente. Lo que yo hago una vez al mes (coincidiendo con el resto de las “inspecciones de emergencia”), es desconectar el alumbrado de la casa y comprobar que la luz funciona y lo hace al menos durante 30 minutos.

Ahora, después de la obra (y del importante desembolso para llevarla a cabo) estoy muy contento con el resultado pues mi casa es ahora “más habitable” y está un poco mejor adaptada para la supervivencia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

BUENA IDEA. no se me había ocurrido. Gracias por mostrárnosla.

Nuevo superviviente urbano dijo...

Creo (y he experimentado en varias ocasiones) que es algo muy útil.

No es excesivamente caro y tampoco hace falta hacer una obra (yo simplemente aproveché las circunstancias...), de hecho es relativamente sencillo hacerlo uno mismo.

Ángel Paredes dijo...

vaya, creo que eres vecino mío. Tu casa es igual que la mía.

Ahora ya se´que cuando venga el apocalipsis tendré que competir contigo por los recursos jeje.