Cuatro atracos especialmente violentos en menos de 10 días en la región.
La región ha sufrido en 10 días cuatro atracos muy violentos a mano armada y con gran alarma social. El primero fue el asalto al centro comercial Ikea, en el Ensanche de Vallecas, cuando unos atracadores empotraron el pasado 9 de diciembre un todoterreno contra el establecimiento y se llevaron de unos 5.000 euros. El pasado domingo, cuatro individuos se apoderaron de las sacas de un banco cuando iban al furgón blindado en el centro comercial Plenilunio.
El tercer atraco grave ocurrió el lunes, cuando varias personas asaltaron por la tarde un furgón lleno de joyas y relojes de lujo de la marca Cartier, cuya cuantía asciende a tres millones de euros, en Coslada y secuestraron a sus ocupantes, a los que maniataron e intimidaron con armas. A ése se ha unido el robo con homicidio de ayer en Parla.
¿Qué está ocurriendo en Madrid para que se produzca esta violencia? Los sindicatos policiales aseguran que no existe un plan ni líneas estratégicas de seguridad. "La policía está ahora muy preocupada por la lucha antiterrorista, que es muy importante, desde luego, y está dejando de lado otros aspectos como la seguridad ciudadana", destaca el secretario de Acción Sindical de Unión Federal de la Policía (UFP) en Madrid, Emilio Martín Dueñas. Éste también destaca la falta de policías en las distintas plantillas. "Sólo en la comisaría de Parla serían necesarios 50 policías más. No se cubre ni lo que está estipulado en el catálogo. Así no se puede trabajar", concluye el directivo de la UFP.
De la misma opinión es el secretario general de la Confederación Española de la Policía (CEP) en Madrid, José Miguel Lorenzana: "Se necesitarían entre 2.000 y 3.000 agentes más".
Algunos mandos policiales aseguran que puede haber varias bandas trabajando en Madrid. Son grupos que ya han sido detenidos con anterioridad por la policía, pero que ya están en la calle. "Tenemos un sistema penal muy flojo para los delitos más graves", afirman estos mandos. A eso se une la mayor actividad comercial en Navidad y que haya una mayor demanda de objetos de valor y mayor circulación del dinero. "Los delincuentes siempre actúan como el mercado, con la ley de la oferta y la demanda. No dudan en utilizar la violencia y tirar de arma a la mínima", añade otro mando.
El criminólogo Vicente Garrido destaca, por su parte, que en España no existe la tradición de atracos tan violentos como en otras culturas americanas o de Europa del Este. En España fue habitual el robo por el descuido y el butrón. De hecho, los vigilantes de seguridad no están tan preparados como en otros países. Son bandas con mucha profesionalidad. "Estas formas de atraco son más propias de la modernidad y de otros países. Habrá que adoptar medidas de seguridad como ocurrió en los bancos en los años ochenta para hacerlos más seguros", concluyó Garrido.
Este periódico intentó hablar, sin éxito, con la delegada del Gobierno, Soledad Mestre.
La región ha sufrido en 10 días cuatro atracos muy violentos a mano armada y con gran alarma social. El primero fue el asalto al centro comercial Ikea, en el Ensanche de Vallecas, cuando unos atracadores empotraron el pasado 9 de diciembre un todoterreno contra el establecimiento y se llevaron de unos 5.000 euros. El pasado domingo, cuatro individuos se apoderaron de las sacas de un banco cuando iban al furgón blindado en el centro comercial Plenilunio.
El tercer atraco grave ocurrió el lunes, cuando varias personas asaltaron por la tarde un furgón lleno de joyas y relojes de lujo de la marca Cartier, cuya cuantía asciende a tres millones de euros, en Coslada y secuestraron a sus ocupantes, a los que maniataron e intimidaron con armas. A ése se ha unido el robo con homicidio de ayer en Parla.
¿Qué está ocurriendo en Madrid para que se produzca esta violencia? Los sindicatos policiales aseguran que no existe un plan ni líneas estratégicas de seguridad. "La policía está ahora muy preocupada por la lucha antiterrorista, que es muy importante, desde luego, y está dejando de lado otros aspectos como la seguridad ciudadana", destaca el secretario de Acción Sindical de Unión Federal de la Policía (UFP) en Madrid, Emilio Martín Dueñas. Éste también destaca la falta de policías en las distintas plantillas. "Sólo en la comisaría de Parla serían necesarios 50 policías más. No se cubre ni lo que está estipulado en el catálogo. Así no se puede trabajar", concluye el directivo de la UFP.
De la misma opinión es el secretario general de la Confederación Española de la Policía (CEP) en Madrid, José Miguel Lorenzana: "Se necesitarían entre 2.000 y 3.000 agentes más".
Algunos mandos policiales aseguran que puede haber varias bandas trabajando en Madrid. Son grupos que ya han sido detenidos con anterioridad por la policía, pero que ya están en la calle. "Tenemos un sistema penal muy flojo para los delitos más graves", afirman estos mandos. A eso se une la mayor actividad comercial en Navidad y que haya una mayor demanda de objetos de valor y mayor circulación del dinero. "Los delincuentes siempre actúan como el mercado, con la ley de la oferta y la demanda. No dudan en utilizar la violencia y tirar de arma a la mínima", añade otro mando.
El criminólogo Vicente Garrido destaca, por su parte, que en España no existe la tradición de atracos tan violentos como en otras culturas americanas o de Europa del Este. En España fue habitual el robo por el descuido y el butrón. De hecho, los vigilantes de seguridad no están tan preparados como en otros países. Son bandas con mucha profesionalidad. "Estas formas de atraco son más propias de la modernidad y de otros países. Habrá que adoptar medidas de seguridad como ocurrió en los bancos en los años ochenta para hacerlos más seguros", concluyó Garrido.
Este periódico intentó hablar, sin éxito, con la delegada del Gobierno, Soledad Mestre.
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