RETOMANDO LA PREPARACION... (24)

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domingo, 11 de mayo de 2008

(C.N.S.U.) - Prioridades para la supervivencia

En mi obsesión por prepararme para sobrevivir manejo mucha información procedente de diferentes fuentes, a veces tanta que dudo si en un caso auténticamente "comprometido" mis conocimientos serían lo suficientemente sólidos y útiles como para servirme de ayuda.

Por eso, he llegado a la conclusión que algo muy importante que se debe aprender y tener absolutamente claro son las prioridades de la supervivencia:


1.- REFUGIO.

Tenemos que mantener nuestra temperatura corporal (especialmente en condiciones extremas de; frío, calor, lluvia, etc.) así como una mínima seguridad y comodidad. Desde nuestras sólidas viviendas olvidamos con frecuencia lo frágiles que somos los humanos.

2.- AGUA.

Mucho más importante que conseguir comida es disponer de agua suficiente y en adecuadas condiciones sanitarias. Es aconsejable disponer de una "reserva de emergencia" y conocer los aspectos básicos para conseguir y purificar agua.

3.- ALIMENTO.

Como puede ser que algún día (tal vez no muy lejano) conseguir alimentos sea bastante más complejo de lo que resulta hoy en día comprar en tiendas y supermercados de nuevo recomiendo disponer de algunas reservas de alimentos "de emergencia" y saber como obtener y preparar estos de la naturaleza (caza, pesca, recolección, agricultura, ganadería, etc.)

Recuerda. Es tan sencillo como esto: Refugio, Agua y Alimento.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen planteamiento, aunque la caza hay que matizarla: piensa que en cuanto se pongan muy mal las cosas las zonas de caza mayor y menor van a estar muy frecuentadas, los animales que no sean abatidos huirán a zonas remotas y adiós presas. Piensa en la caza "minúscula", bicharracos que difícilmente se extingan por su abundancia: lagartijas, saltamontes, ratas de agua...para los más valientes, gusanitos, lombrices u hormigas.
Bon appetit!

Nuevo superviviente urbano dijo...

Aunque he mencionado la caza en primer lugar, esto ha sido algo casual y no porque yo la considere la manera más fácil o más recomendable para conseguir alimentos.

A todo aquel que disponga de tierras le aconsejaría que se dedicara a la "agricultura de subsistencia" (autoabastecimiento) como primera opción.

En cualquier caso, no creo que cuando las cosas vayan "auténticamente mal" la caza desaparezca inmediatamente. Pensad que la mayoría de la gente que habitamos en las ciudades, lejos de la naturaleza (en todos los sentidos), carecemos del equipo, el conocimiento y la experiencia necesarios para cazar con éxito.

Además los "auténticos cazadores" están funcionando siempre (excepto en las vedas) "a pleno rendimiento" y de momento no ha habido ningún "colapso cinegético".

Por otra parte, hay especies, como el jabalí que en determinados lugares de España ha alcanzado caracter de plaga.

Por último, estoy completamente de acuerdo con vosotros en que no hay que "despreciar las pequeñas especies" y no pienso en los insectos sinó en una especie mucho más cercana, accesible (fácil de cazar/recolectar e incluso de criar), facil de incluir en nuestra dieta, de muy interesantes características nutritivas y por último, aunque no por ello menos importante; culturalmente bastante aceptada.

LOS CARACOLES.

Al menos aquí en el "levante" son bastante fáciles de obtener.

Yo no me olvidaría de este recurso.

Anónimo dijo...

Cierto, los caracoles son parte de la dieta a base de bichitos más o menos repulsivos. Pero se comen en España (como en otras partes papean saltamontes o hormiguitas). Cuidado con los pesticidas que lleven...

Nuevo superviviente urbano dijo...

En caso de auténtica necesidad nos vamos a parar todos muy poquito en vigilar la "salubridad" de los alimentos y nos comeríamos cosas que hoy ni se nos pasan por la cabeza.

En cualquier caso, si obtenemos los caracoles en "zonas alejadas" (al menos relativamente) de cultivos, invernaderos, carreteras, aeropuertos, etc. podemos suponer que no estarán demasiado contaminados.

Apuntes de interés:

"Los mejores caracoles son los que se cogen en abril, porque, como dice el refrán: los caracoles de abril, para mí; los de mayo para mi amo, y los de junio para ninguno.

Cuando más caracoles salen es por la mañana pronto, con el rocío. También salen a cualquier hora después de que deja de llover, pero sólo si no se levanta aire. Y hace algunos años, si había llovido por la tarde, se iba a buscar caracoles por la noche, para lo que había que llevar faroles y tener cuidado de dónde se ponían los pies y dónde se metía la mano."